Apocalíptica

Soy la profeta, la que ensueña

miles de visiones venideras

catástrofes de los peores escenarios del mundo;

atestigué la caída original en designio,

cumplirse las promesas del padre que castiga

de la madre que lamenta el injurio

y los hijos de los hombres que abortó Dios.

He visto el mundo incendiarse

un ciento de veces en mi mente taciturna,

llorando a lágrima suelta tu muerte

morando la paranoia que desenlaza el encuentro.

Soy la vidente que implica infinitos

habrá que estar preparado para 

la tormenta de fuego y el tsunami de sal,

vi venir el torbellino de impiedad

cuando el cielo se abrió en nuestra contra

y nuestros sueños murieron con las promesas

que fueron arrancadas por tu amplio pecar.

Habría querido un hijo santo

hombre purificado de tanto amar,

pero nadie ha de contener lo incontenible

de sortear el insondable flujo profundo

de un terrible albedrío que nos dirige

a mancillar las desgracias en suertes ajenas.

Aquí el designio, el mandato despojado

de los escenarios brujos atestiguados

preparando en pos de la batalla

un ejército entero a prueba de la omnipotencia

sacrílega de la debacle pregonada

ansiando un destino nuestro, redimido.

JEM

30/10/2022