Virgen de sol
Vestida de anhelos, tu manto estelar
en tus pies la luna, ostentada corona;
dichosa de librar, la justa combativa
puesta a dar y traer luz del mundo
que redimirá, promesa venidera,
de nosotros, tus pecadores hijos
hacia el fin de los tiempos futuros
en discordia con juicio del pasado.
Madre espiritual, angélica de paz,
en tus manos se mece mi fe,
venidera justicia, clemencia,
espera de un futuro prometedor;
he visto eximir un mundo austero
vagando por desiertos anímicos,
cansada de naufragar en retóricas
místicas paganas, leyendas apócrifas;
miré tus ojos compasivos, eternos
que me volvieron al camino original,
hogar del alquimista que partió.
Si me exoneras de tu virtud, pureza
al verme reflejada en toda bondad,
tu amor incondicional y santo
que ampara una fertilidad milagrosa,
me consagraré con dedicación
designio de una castidad postrera.
Más, acepto, sumisión a la flaqueza
cuando no consigo librar batalla a los demonios
dragón rojo que secunda eterno combate;
así, te lloro en la caída del lucero cotidiano
en mi imperfecta cobardía, protopecaminosa
que insuflo de soberbia, vanidad y perversión.
Sin merecer la admisión de la ciudad muralla,
a tus doce puertas, benevolente, ¡piedad!
desciende en quienes a ti claman, cuando
afligidos de tanto quebrantar el cumplimiento
de este designio en la tierra, profanamos un nombre
y consuela las súplicas, por las tablas de Ley,
el maná y la vara de Aarón, tu alianza eterna,
y perdóname, mamá.
12 de Diciembre, cumpleaños de la Virgen de Guadalupe.
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